Siempre que estoy triste, por algún tema amoroso, miró atrás y me preguntó a mi mismo si valió la pena, vuelve la vista atrás y piensa...
Piensa en su sonrisa y como te deslumbraba, piensa en sus ojos y como no podías dejar de mirarlos, piensa en su pelo y como no pensabas en otra cosa que en acercarte a olerlo, piensa en su voz y como te hipnotizaba con un solo susurro, piensa en ella, con una sonrisa, y estoy seguro de que valió la pena.
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