Pasaron los siglos, Shyn se empezaba a acostumbrar a la presencia de Catástrofe. No es que ya no se le pusiera el vello de punta cada vez que la veía sonreír, no es que ya no tuviera esa extraña sensación en la tripa cuando se le acercaba, no, simplemente, ya no era raro estar con alguien, ya no estaba solo. Por fin, hablaba en voz alta y alguien le respondía, ¡alguien le respondía por fin! A Shyn, esto le llenaba de gozo.
Aún así, la llegada de Catástrofe a su vida también tuvo partes malas, puesto que, cada vez que ella se iba, Shyn se sentía más solo de lo que se había sentido nunca.
-Lo siento Shyn, me tengo que ir otra vez- Decía ella siempre- Tengo que trabajar -Sonrió- Ya sabes, los tontos humanos.
-Lo sé... Adiós mi Catástrofe. Ya te echo en falta.
¿Que cuál era el trabajo de Catástrofe? Pues, catástrofe era, ni más ni menos, la Diosa de los sentimientos. Dar emociones. En otoño e invierno almacenaba pasiones, dolor, amor, tristeza... y en primavera y verano simplemente los dejaba fluir. ¿No habéis notado nunca que vuestros sentimientos se amplifican en los meses cálidos?
Como esos meses se limitaba a dejar rienda suelta a los sentimientos de los tontos humanos, Catástrofe podía estar con Shyn. Los meses que Shyn estaba con Catástrofe brillaba más y más tiempo para los humanos, pero, los meses que pasaba sin ella, se deprimía y salía menos horas de su castillo, y se camuflaba de los humanos con un manto de nubes... "Solo otra vez..." pensaba Shyn mientras lloraba, a veces incluso enfermaba, y cuando lloraba, su luz era tan pobre que sus lágrimas se convertían en hielo nada más salir de sus ojos... Los humanos lo llamaron nieve. Y así, Catástrofe y Shyn, sin querer, crearon las estaciones del año.
Los siglos siguieron pasando y Shyn dejó de temer la norma de que no podía ver a Cat, se había acostumbrado hasta a llamarla Cat, le gustaba.
Pero, se equivocaba, las normas no se rompen, pero, eso no podrían saberlo.
Pasaron más siglos, se convirtieron en milenios y Cat y Shyn no pudieron seguir evitando la pregunta, ¿qué eran ellos? ¿Amigos?
Cat sabía perfectamente lo que sentía por Shyn y lo que él sentía por ella, lo único que se preguntaba era si él lo sabría o no.
-Shyn... ¿quisieras pasar el resto de tu vida conmigo?-
Shyn no lo comprendió al momento... "Espera, ¿qué me acaba de preguntar? Yo pensé que estaba claro que lo único que quiero es pasar el resto de mi vida con ella... ¿Por qué me lo pregunta si sabe la respuesta?
-Cat... pensé que...
-Lo sé, gracias, solo quería leer tus sentimientos- Sonrió Cat - Además, los hombres tenéis esa tendencia extraña a dar cosas por supuestas que para las mujeres no están nada claras. - Se rió, pero a Shyn no le hizo ni pizca de gracia.
-Oh, vamos, no pongas esa cara- se volvió a reír, se acercó a él y lo besó por primera vez en tanto tiempo. -Oh, Shyn, tus sentimientos son tan hermosos.
-Te los mereces todos
-¿Para siempre?
-Para siempre- y la volvió a besar.
A la mañana siguiente Shyn se levantó al lado de Cat, que aún sonreía en sueños. Miró por la ventana de su castillo, se vistió, y se fue a trabajar con los tontos humanos.
Al volver, por la noche, Cat no estaba. Había dejado una nota:
"Shyn, he salido a comprobar una cosa, volveré en un par de jornadas humanas, no te olvides de mi. Cat. Pd: no es nada importante, no te entristezcas"
Cat sabía que iba algo mal, ¿qué le estaba pasando? ¿qué era esa extraña sensación que tenía en la tripa? ¿Por qué, ella, Diosa del sentimiento, no sabía que era esa sensación? Se fue para no despertar sospechas en Shyn, pero, a los dos días se dio cuenta de lo que sucedía... ¡Estaba embarazada! ¡¿Embarazada?! Pero... pero, si los Dioses no nacen... ¿no? ¿Entonces que era lo que ella tendría?... Al día siguiente se levantó con una exuberante tripa, y se alarmó aún más, y no pudo evitarlo, fue corriendo al castillo de Shyn, necesitaba estar con él. Necesitaba saber qué les iba a pasar... Si estaba prohibido ver a otros Dioses... no quería ni imaginar qué pasaría si tenían un bebé.
-¡Shyn! ¡SHYN! ¿Dónde estás!
-Estoy aquí Catástrofe, ¿qué suce...? ¡Oh! - Shyn rió- Te has descuidado un poco, ¿no crees? -dijo sonriendo
-¡No seas estúpido! ¡Estoy embarazada!
-Ja, ja, ja, ja, embarazada dice, ja, ja, ja, ¿cómo vas a estar..? Espera, ¿lo dices en serio? Pero, ¡si te fuiste hace solo una jornada! ¡El proceso no puede ir tan rápido, lo he visto en las humanas!
-¡Pero no somos humanos Shyn!...
-No... no podemos...
A Shyn y Cat les recorría un miedo ancestral, y no sabía por qué... habían estado juntos y no había pasado nada... ¿se refería a esto la normal?
-Y es aún peor...- dijo Cat poniéndose pálida.
-¿Qué? ¿Cat?- dijo Shyn acercándose a ella.
-Ya viene...- dijo Cat, se cayó al suelo, sintiendo, por primera vez en su vida, dolor.
Y así, se creó la primera semidiosa de la historia, la primera hija de Dioses, que no fue creada. Az, con el don de la luz.
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