¿Alguna vez os he hablado de los milagros?

Milagros, milagros, ¿qué es un milagro?
Un milagro es un suceso que ocurre con una posibilidad infinitesimal de que suceda, por ejemplo, que el aire se transforme en oro. Es algo increíble, improbable, milagroso.
Yo, como cualquiera que no ha visto uno antes, no solía creer en los milagros, pero, si te paras a mirar a tu alrededor están por todas partes.
¿No es milagroso que pueda hacer lo que quiera? Ser libre, vivir, disfrutar.
¿No es milagroso que haya conocido a  toda esta gente? Que me apoya, que me anima a seguir, porque, si hay 7000000000 de personas en el mundo, ¿qué posibilidad había de que nos conociéramos?
Poca, muy poca.
Y sin embargo aquí estáis.
Aquí estás.
¿Qué posibilidad hay de que con todas las galaxias, dimensiones, planetas, estrellas, universos, paralelos y en este mismo, tus padres se encontrasen y que de un encuentro así salieras tú?
Ninguna. Miento, casi ninguna. Porque, aquí estás, respirando, haciendo que se me pare el corazón solo con pestañear. Aquí estás, y eso sí que es un milagro, más grande que convertir el aire en oro. Más increíble que cualquier otro suceso azaroso que haya visto. Tú.